ANFAC urge impulsar la electrificación del transporte pesado por carretera en España donde apenas el 1,3% de vehículos son eléctricos.
La Unión Europea apremia la reducción de emisiones de CO2, a lo que la industria automotriz responde demandando incentivos fiscales y exenciones para la compra y recarga de vehículos eléctricos, subrayando su papel significativo en la economía española.
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) ha levantado su voz en un llamado urgente para impulsar la electrificación del transporte pesado por carretera en el país. En un contexto donde solo el 1,3% de los vehículos impulsados por baterías circulan en España, la industria enfrenta un reto considerable en la reducción de emisiones impuestas por la Unión Europea.
El sector del vehículo industrial español se encuentra en una situación rezagada en la carrera por descarbonizar el transporte pesado por carretera, conforme a las directrices de la Comisión Europea, que hace dos años planteó la necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) en un 45% para el año 2030 y casi eliminarlas por completo a partir de 2040.
Para abordar este desafío, ANFAC ha presentado una hoja de ruta que establece una serie de demandas a las autoridades españolas. El director general de ANFAC, José López-Tafall, ha subrayado la importancia de este esfuerzo y ha destacado que la descarbonización es factible, pero debe tener en cuenta las condiciones económicas de los transportistas, quienes dependen en gran medida de camiones y autobuses como herramientas de trabajo. Por lo tanto, el coste operativo de adquirir nuevos vehículos eléctricos es un factor determinante en su adopción.
La industria automotriz española solicita mejoras en la deducción en el impuesto de sociedades para la compra de estos modelos, además de una exención en el impuesto especial sobre la electricidad utilizada para recargarlos. Según López-Tafall, sin estas medidas, los vehículos eléctricos podrían quedar excluidos del mercado.
El transporte por carretera en España supone el 4,8% del PIB
El impacto del transporte por carretera en España es significativo. Representa el 4,8% del Producto Interno Bruto (PIB) del país y sustenta aproximadamente 600,000 puestos de trabajo, según el Observatorio del Transporte y la Logística. Además, este medio de transporte es responsable de mover cerca del 90% de las mercancías en territorio nacional y emite aproximadamente el 28% de los gases de efecto invernadero en la industria española.
Para alcanzar los objetivos de descarbonización del transporte pesado, los fabricantes también demandan mejoras en las infraestructuras de suministro energético. Argumentan que es esencial establecer un centro estatal para la recarga y repostaje de vehículos eléctricos y de bajas emisiones, con un enfoque en puntos de recarga de alta potencia, por encima de los 350 KW.
A pesar de los esfuerzos, las cifras actuales de electrificación en el transporte industrial son bajas. Según datos de ANFAC e Ideauto, solo el 1,3% de los vehículos de transporte matriculados en 2022 eran eléctricos, aunque este porcentaje mejoró al 1,3% durante los primeros ocho meses de 2023. En el caso de los autobuses, la cifra alcanza el 6%, y la Comisión Europea se ha fijado como objetivo la reducción total de las emisiones de CO₂ en esta categoría para 2030.
La industria destaca también la necesidad de renovar las flotas de transporte, que en la actualidad tienen una edad media de 14,7 años para camiones y 11,8 años para autobuses. ANFAC aboga por un plan específico de renovación de flotas municipales para el horizonte 2024-2026.
Programas de ayuda como el plan Moves podrían ser la solución
En este contexto, la industria automotriz defiende la importancia de programas de ayuda a la compra de vehículos eléctricos, como el plan Moves, pero solicita una actualización de los presupuestos y una mayor claridad en los recursos disponibles. El plan Moves proporciona incentivos que pueden alcanzar los 7,000 euros para la compra de vehículos eléctricos.
Finalmente, se ha señalado la necesidad de explorar medidas que compensen el aumento de los costos de electricidad y gas en un sector altamente sensible a la competencia internacional. Aunque la industria del transporte pesado español no se ha visto amenazada por la entrada de modelos extranjeros, es necesario mantener la competitividad para sobrevivir en el mercado. La electrificación y la modernización se perfilan como pasos esenciales en esta dirección.