Stellantis ha anunciado su compromiso con la planta de Vigo, la más grande de sus tres instalaciones en España, para llevar a cabo la producción de la próxima generación de coches eléctricos pequeños.
Este proyecto, programado para iniciar su producción entre 2027 y 2028, se presenta como la clave para garantizar la continuidad de la actividad industrial en Vigo más allá de 2027. Carlos Tavares, al frente de Stellantis, ha sellado este compromiso en el marco de las negociaciones para el nuevo convenio colectivo con el comité de empresa de la planta gallega.
A pesar de que Stellantis ya ha anunciado que la próxima generación de coches eléctricos pequeños será producida en la planta de Vigo, el grupo automovilístico ha subrayado la importancia de alcanzar objetivos internos de eficiencia y competitividad en la planta de Vigo. Estos objetivos se suman a la necesidad de recibir ayudas públicas para materializar el proyecto. ¿Qué quiere decir esto? Pese a que Stellantis ya ha manifestado su compromiso, el grupo automovilístico no da por adjudicado el proyecto en la nota pública, dejando claro que la eficiencia interna de la planta de Vigo y la competitividad son elementos cruciales para que la planta gallega se asegure la producción de estos innovadores vehículos eléctricos.
La resolución del PERTE II sería decisiva para la producción de coches eléctricos en España
Una pieza fundamental en la dirección que tomará el compromiso de Stellantis por producir sus vehículos eléctricos en la planta de Vigo, es la resolución provisional del Programa Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) II por parte del Ministerio de Industria. Esta iniciativa, centrada en la fabricación de vehículos eléctricos, podría ser determinante en la viabilidad del proyecto. Se espera que el Ministerio publique esta resolución antes de que finalice el año, lo que, si todo sale bien para la planta de Vigo, podría desencadenar en una inversión significativa de aproximadamente 1.000 millones de euros.
Por otra parte, Stellantis ha dejado caer que sus coches eléctricos pequeños no sólo se fabricarían en la planta de Vigo. La compañía tendría planes de producir más coches eléctricos en la planta de Zaragoza, hogar del Opel Corsa, que ya habría sido considerada como planta potencial para la fabricación de estos vehículos eléctricos junto con la planta de Vigo.
El proyecto Antares habría influido en las decisiones de Stellantis sobre proyectos de fabricación de coches eléctricos en España
El proyecto Antares, una gigafactoría de fabricación de coches en Figueruelas, ha dejado una marca en la percepción de Stellantis sobre las ayudas gubernamentales en España. La inversión inicial estimada en 3.000 millones de euros solo recibió una fracción del importe, generando decepción en el grupo automovilístico.
Como respuesta a esta situación, el Gobierno de España ha prometido tomar medidas para asegurarse de que proyectos automotrices como este reciban el nivel necesario de apoyo económico para ser viables. Este compromiso es importante para mantener la confianza de empresas como Stellantis para que sigan invirtiendo en proyectos a largo plazo en España. La experiencia con el proyecto Antares resalta la importancia de garantizar apoyo financiero adecuado para proyectos automovilísticos o industriales de gran envergadura.
El impacto de Stellantis en la industria de coches eléctricos en España
Stellantis, como el principal productor de automóviles en España, posee tres fábricas estratégicas: Vigo, Figueruelas (en Zaragoza) y Madrid. En 2022, estas instalaciones produjeron conjuntamente 852.000 vehículos, contribuyendo al 38,2% de la producción total de automóviles en España. Más de 112.000 vehículos eléctricos puros salieron de estas plantas el año pasado, destacando el compromiso de Stellantis con la transición hacia la movilidad eléctrica.
La estrategia de Stellantis incluye cuatro plataformas para coches eléctricos, siendo la STLA Small la más relevante para España. Diseñada para vehículos de hasta 4,2 metros de largo, esta plataforma podría convertirse en un impulsor significativo de las ventas en el mercado español. Mientras la industria automotriz espera la resolución del PERTE II, estas plataformas representan un paso adelante en la revolución hacia la movilidad eléctrica, preparando a España para un futuro más sostenible en la fabricación de vehículos.