El Aston Martin DB6 emerge renovado con una perspectiva ecoamigable y una estética única. Lunaz, la reconocida empresa especializada en la conversión de vehículos eléctricos, ha llevado a cabo esta transformación extraordinaria del icónico modelo británico utilizando compuestos inusuales como huevos, nueces y manzanas.
Originalmente fabricado entre 1965 y 1970, el Aston Martin DB6 dejó una huella indeleble en la historia automotriz con su elegancia y desempeño. Hoy, gracias a los expertos de Lunaz, este legendario modelo ha experimentado una metamorfosis, abandonando su motor de gasolina de seis cilindros en línea por un sistema de propulsión eléctrico de 370 CV.
La empresa, conocida por sus conversiones eléctricas en marcas británicas de renombre, ha dado un paso más allá al no conformarse únicamente con la electrificación. Este Aston Martin DB6 ha sido restaurado con materiales ecológicos pioneros como cáscaras de huevo, nueces y manzanas, marcando un hito en la convergencia entre la sofisticación automotriz y la responsabilidad ambiental.
La clave del funcionamiento del Aston Martin eléctrico es un compuesto elaborado con huevos y nueces
En el corazón de esta renovación se encuentra un compuesto inusual, hecho a partir de cáscaras de huevo y nueces, utilizado para restaurar la superficie en símil mármol del tablero y la empuñadura de la palanca de cambios. Este enfoque singular no solo aporta una estética distintiva, sino que también destaca la creatividad y el compromiso de Lunaz hacia la sostenibilidad.
La revolución continúa en el interior, donde los plásticos derivados del petróleo son reemplazados por fibras de maíz y madera. Los asientos y el revestimiento de las puertas dan testimonio de un lujo repensado, utilizando un material elaborado con subproductos de la producción de sidra de manzana en lugar del convencional cuero real. La apuesta por la originalidad y la responsabilidad se refuerza aún más con el uso de materiales como algodón reciclado, lana y nailon, todos libres de sustancias químicas permanentes.
Si bien por ahora esta obra maestra de Lunaz es una unidad única, no hay duda de que su enfoque vanguardista hacia la sostenibilidad pronto se incorporará a series de vehículos de mayor producción, pudiendo llegar a utilizar ingredientes de cocina como manzanas, huevos y nueces u otros materiales reciclables como el algodón, la lana y el nailon para la fabricación de su propia línea de vehículos eléctricos. Así, ha quedado patente que el Aston Martin DB6 no solo es una joya de la ingeniería eléctrica, sino también se constata como la promesa de la responsabilidad ambiental.
El resurgir del Aston Martin DB6 de Lunaz es una declaración de intenciones en la evolución de la industria automotriz hacia prácticas más respetuosas con el medioambiente. Cada detalle, desde la potencia de su sistema eléctrico hasta la elección de materiales inusuales, se convierte en un testimonio de que la innovación y la sostenibilidad pueden coexistir en perfecta armonía.
Lunaz apuesta por una visión electrificada del futuro automotriz
Mientras la industria aún debate sobre los futuros salvadores de los motores de combustión interna, Lunaz, la empresa británica especializada en revitalizar coches antiguos con conversiones eléctricas, ha optado por una visión más electrificada del futuro automotriz.
Así el Aston Martín se habría convertido en el último proyecto de Lunaz, un precioso coupé británico reconocido como “el Aston Martin más sostenible jamás creado”, demostrando que el cambio hacia la electrificación no solo es una tendencia, sino una realidad palpable. El DB6, un modelo clásico que originalmente ostentaba un motor de gasolina de seis cilindros, ha sido transformado en un vehículo 100% eléctrico, alcanzando ahora una potencia de 375 CV gracias a la ingeniería eléctrica de Lunaz.
El carácter ecológico del DB6 va más allá de la mera electrificación. El interior de este icónico gran turismo de Aston Martin ha sido meticulosamente diseñado con un enfoque en materiales sostenibles. Desde el panel frontal del salpicadero hasta la palanca de cambios y el tirador del cristal de las ventanillas, Lunaz ha utilizado un material compuesto biodegradable que ya comentábamos, elaborado con cáscaras de huevo y nueces desechadas, combinadas con un aglutinante biodegradable.
Además, la tapicería refleja un compromiso con la sostenibilidad al utilizar una combinación de algodón, poliéster, rayón y nailon reciclados, todos libres de productos químicos nocivos. Los ribetes de cuero de los asientos, los paneles de las puertas y el revestimiento del techo se fabrican a partir de orujo de manzana, un subproducto de la producción de sidra, dando vida a un diseño innovador y respetuoso con el medio ambiente.
A pesar de la etiqueta de precio elevado, alrededor de 650.000 libras según Top Gear, que se traducen en unos 748.000 euros, el Aston Martin DB6 100% eléctrico de Lunaz se posiciona como una inversión en la elegancia automotriz responsable. Esta obra maestra electrificada no solo redefine la estética del clásico británico, sino que también destaca la posibilidad de un futuro donde la sostenibilidad y la tecnología conviven armoniosamente en las carreteras del mañana.