Un barco que transportaba 3.000 coches eléctricos se incendia cerca de las costas holandesas, dejando varios heridos y un fallecido. Las autoridades advierten que el fuego podría arder durante días.
El barco que comenzó a incendiarse el pasado miércoles 26 de julio, cargaba con vehículos eléctricos y todavía se investiga si la aparición del fuego tiene relación con uno de los vehículos. El Fremantle Highway se encontraba a unas 14,5 millas náuticas de la isla holandesa de Ameland, al norte del país, cuando el incendio fue reportado.
Varias personas saltaron por la borda y fueron rescatadas del agua, mientras que el resto fue trasladado en helicóptero. El incendio ha dejado varios tripulantes heridos y con problemas respiratorios. Se estima que 23 tripulantes fueron evacuados, 1 persona perdió la vida y varias resultaron heridas. Todos los tripulantes con vida ya han sido puestos a salvo.
Un funcionario de la guardia costera, que prefirió mantenerse en el anonimato, ha declarado ante agencias de noticias globales que el fuego podría continuar ardiendo durante varios días más. Actualmente, los equipos de operaciones se encuentran enfriando el barco para mantenerlo estable, rociando su costado y evitando la cubierta.
Otro miembro del equipo de guardacostas ha declarado en la emisora pública neerlandesa NOS, que el fuego podría haber sido provocado por uno de los vehículos eléctricos a bordo, de los que el barco cargaba alrededor de 25. No obstante, las autoridades todavía están considerando todas las posibles causas del incendio del barco.
El equipo de salvamento lucha contra las llamas para evitar el hundimiento del barco incendiado
Los equipos de salvamento están centrando sus esfuerzos actuales en apagar las llamas y evitar que el barco se hunda. Un remolcador ha logrado fijar un cable al barco siniestrado para mantenerlo estable y evitar bloquear rutas de navegación, como la ruta de navegación hacia Alemania, una de las más importantes en Europa.
El barco incendiado frente a la costa holandesa, Fremantle Highway, es un carguero de 18.500 toneladas que navegaba entre Bremerhaven (Alemania) y Port Said (Egipto) cuando ocurrió el incendio.
Los marineros heridos han sido trasladados a las localidades septentrionales de Lauwersoog y Eelde, donde están siendo atendidos por los paramédicos. Los tripulantes son originarios de la India, y el barco es propiedad de la empresa japonesa Shoei Kisen Kaisha, aunque actualmente está arrendado a la naviera japonesa K Line, según el sitio web de navegación Equasis y medios de comunicación holandeses.
Según un responsable de seguridad de la región de Drenthe, los marineros están siendo tratados por problemas respiratorios, quemaduras y huesos rotos, pero ninguno corre grave peligro. Las autoridades y los equipos de salvamento están trabajando arduamente para minimizar los daños en la medida de lo posible.
El posible hundimiento del barco carguero amenaza Las Islas Frisias, Patrimonio de la Humanidad
El incidente ha ocurrido cerca de Ameland, una zona de gran importancia ambiental que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las Islas Frisias son hogar de una rica diversidad de más de 10.000 especies acuáticas y terrestres, incluyendo más de 140 especies de peces, algunas de las cuales pasan toda su vida en las zonas de mareas de las famosas marismas de las islas. Las Islas Frisias También albergan una gran población de focas y marsopas.
El riesgo medioambiental es significativo en caso de que el Fremantle Highway se hunda. Ya hay medios neerlandeses que apuntan a un desastre de primer orden mundial. Sin duda, el hundimiento del barco supondría un desastre de gran magnitud.
La costa neerlandesa cuenta con antecedentes de desastres ambientales
Esta región ya ha enfrentado incidentes ambientales graves en el pasado. En 2019, unos 340 contenedores cayeron de uno de los portacontenedores más grandes del mundo en la misma zona, causando daños ambientales significativos y ensuciando kilómetros de costa con plástico y poliestireno.
Sin embargo, el peor incidente reciente frente a la concurrida costa neerlandesa tuvo lugar en diciembre de 2012, con la colisión del barco portavehículos Baltic Ice, con un portacontenedores. El Baltic Ice se hundió, cobrándose la vida de once marineros.