Dom. Oct 13th, 2024

Suiza revoluciona el transporte de mercancías con una propuesta que prometería combatir la escasez de camioneros y el cambio climático.

Suiza presenta una ambiciosa propuesta que podría transformar el transporte de mercancías en todo el país. Esta iniciativa consistiría en el desarrollo de cápsulas autoconducidas y una red subterránea de transporte de mercancías. Este ambicioso proyecto que ya ha recibido el nombre de “Cargo Sous Terrain” (Carga Subterránea en español), prometería reducir la dependencia existente hacia los camiones como único medio de transporte de carga. El “Cargo Sous Terrain” paliaría también otros problemas determinantes en el transporte de mercancías actual como la escasez mundial de camioneros y las preocupaciones ambientales derivadas del cambio climático.

La creciente demanda global de transporte de mercancías se enfrenta a la escasez de camioneros y al impacto de los altos costos de combustible, mientras las emisiones de dióxido de carbono amenazan el medio ambiente. El proyecto Cargo Sous Terrain (CST) promete reducir el tráfico pesado en las carreteras suizas en hasta un 40%, emitiendo un 80% menos de dióxido de carbono por tonelada de carga que el transporte convencional por carretera.

Así será la red subterránea de transporte que conecte Suiza

El proyecto CST se planteó desde un inicio como un sistema de emisiones cero con el objetivo de garantizar la sostenibilidad absoluta en el transporte de carga y mercancías. Este proyecto contempla la construcción de una red de túneles subterráneos que abarcaría aproximadamente 500 kilómetros, conectando Ginebra en el oeste con San Gall en el noreste del país y cuya puesta en funcionamiento estaría prevista para el 2045

La iniciativa ya ha recaudado 100 millones de francos suizos para desarrollar la planificación del primer tramo de 70 kilómetros de la red subterránea. Este primer tramo conectaría Härkingen-Niederbipp con Zúrich y se espera que esté en funcionamiento para 2032.

Las cápsulas autoconducidas circularán a unos 30 kilómetros por hora por carriles subterráneos, con capacidad para dos palés y opción de refrigeración para mercancías sensibles. La carga se gestionará en centros designados, utilizando ascensores para la transferencia entre la superficie y los túneles.

Aunque parece una iniciativa reciente en el tiempo, el proyecto CST fue ideado en el año 2010 y no fue hasta 2021 cuando el gobierno suizo dio luz verde a la iniciativa. Todavía queda un largo camino burocrático para materializar esta iniciativa, la aprobación urbanística por parte de algunas regiones por las que pasará esta red de transporte todavía es necesaria para continuar con su desarrollo. Obtener los permisos de obra necesarios es un proceso largo y complejo, ya que la red subterránea atraviesa varias regiones administrativas, pero los precursores de esta iniciativa tienen plena confianza en que los órganos administrativos correspondientes, aprueben dichos planes debido al impacto positivo que supondría su construcción.

Pese a la inevitable espera, a principios de este año 2023 ya se hicieron algunos trabajos preliminares para el avance de este proyecto, concretamente, se realizaron perforaciones exploratorias a lo largo de la ruta Härkingen-Niederbipp. A pesar de la aprobación reciente del gobierno suizo en 2021 y el comienzo de trabajos preliminares, el proyecto aún enfrenta desafíos regulatorios y financieros en su camino hacia la implementación.

Desafíos en el transporte y la visión de expertos internacionales sobre esta iniciativa

La congestión vehicular y la contaminación que aquejan a las carreteras de todo el mundo han llevado a la búsqueda de alternativas innovadoras. En este sentido, Mo Najafi, destacado por su rol en el Centro de Investigación y Educación sobre Infraestructuras Subterráneas de la Universidad de Texas en Arlington, lideró un estudio de viabilidad del transporte subterráneo de mercancías (UFT) en Estados Unidos. Según su análisis, esta alternativa podría ofrecer una vía para reducir significativamente tanto el tráfico como los problemas ambientales.

Najafi subraya que las autopistas, tanto en Estados Unidos como globalmente, están experimentando una creciente congestión, donde los camiones desempeñan un rol destacado en accidentes mortales y en el deterioro de la infraestructura. Según recientes declaraciones: “En EE.UU., estamos enfrentando una marcada escasez de camioneros, y el transporte subterráneo de mercancías podría ser una solución a este problema apremiante”.

Esta visión no es aislada. A nivel internacional, han emergido propuestas similares que buscan resolver los mismos desafíos. En Alemania, por ejemplo, el concepto CargoCap, desarrollado por la Universidad Ruhr de Bochum, y Smart City Loop, propuesto para Hamburgo, apuntan a crear redes subterráneas de transporte de mercancías que alivien la carga de las carreteras convencionales.

Entre las alternativas, destaca el renombrado Hyperloop, una visión respaldada por Elon Musk que contempla el uso de tubos de baja presión para transportar pasajeros o mercancías a velocidades extraordinarias. Aunque ha capturado la atención de muchos, los avances tecnológicos han sido irregulares en su desarrollo.

Financiación y futuro del proyecto CST

En relación al proyecto suizo Cargo Sous Terrain (CST), Najafi plantea un reto fundamental: la financiación. CST estima que la construcción del primer tramo requerirá 3.600 millones de francos suizos, frente a los 100 millones de francos suizos recaudados hasta ahora, y la red completa, costaría un total de 30.000 millones de francos suizos. Aunque la financiación sigue siendo un obstáculo por superar, Philipp Noser, encargado de la digitalización e informática de CST, indica que gran parte de la tecnología para la automatización ya existe, enfocándose ahora en la integración fluida de todos los componentes.

Otro desafío persiste en cómo trasladar eficientemente las mercancías desde los túneles hasta las tiendas urbanas, evitando una mayor congestión vial. CST, sugiere como solución el tradicional envío en grupaje, al agrupar envíos de distintos proveedores y transportarlos en vehículos eléctricos, mientras también explora la potencialidad de armarios de paquetería para reducir la necesidad de vehículos de reparto.

A pesar de los obstáculos, la visión de un futuro con transportes subterráneos de mercancías sigue motivando a expertos y promotores, como Najafi, quien enfatiza que las infraestructuras subterráneas ofrecen un camino hacia la mitigación de problemas de tráfico y contaminación en un mundo cada vez más complejo y congestionado.

Retos y oportunidades para el transporte subterráneo de mercancías

Actualmente CST está llevando a cabo una prueba piloto en la ciudad de Zúrich para evaluar el potencial de los armarios de paquetería como herramienta para reducir la dependencia de los vehículos de reparto convencionales. Esta iniciativa busca optimizar la distribución de mercancías en zonas urbanas y minimizar la presencia de camiones de carga en las calles, abriendo paso a un escenario más limpio y fluido en los entornos citadinos.

A pesar de los diversos obstáculos que enfrenta el ambicioso proyecto, Patrik Aellig, responsable de comunicación de CST, mantiene un enfoque optimista. Aellig enfatiza que CST se encuentra a la vanguardia del transporte subterráneo de mercancías, gracias a su enfoque gradual y metódico para enfrentar los desafíos. No obstante, reconoce la realidad de las infraestructuras subterráneas y sus limitaciones.

La necesidad de abordar estos problemas en el presente es apremiante. El crecimiento continuo de las ciudades y la demanda constante de transporte de mercancías exigen soluciones innovadoras y sostenibles. A medida que la red de túneles propuesta por CST avance, la industria del transporte deberá mantenerse ágil y adaptable, dispuesta a aprovechar todas las oportunidades para enfrentar los retos de movilidad y logística que se presenten. Las lecciones aprendidas y los avances logrados en este proyecto podrían influir en futuras iniciativas de transporte subterráneo y promover un debate global sobre la optimización de la movilidad en el siglo XXI.